domingo, 24 de mayo de 2009

Esta lectura se muda de mi otro blog... asi voy cambiando el tono de las cosas por aqui..

Padre Nuestro

Padre nuestro, de todos nosotros, de los pobres, de los sin techo, de los marginados y de los desprotegidos, de los desheredados y de los dueños de la miseria, de los que te siguen y de los que en ti, ya no creemos. Baja de los cielos, pues aquí esta el infierno, Baja de tu trono pues aquí hay guerras, hambre, injusticias. No hace falta que seas uno y trino, Con uno solo que tenga ganas de ayudar, nos bastaría. ¿Cual es tu reino? ¿El vaticano? ¿La banca? ¿La alta política? Nuestro reino es Nigeria, Etiopia, Colombia, Hiroshima. El pan nuestro de cada día son las violaciones, la violencia del género, la pederastia, las dictaduras, el cambio climático. En la tentación caigo a diario, No hay mañana en la que no este tentado de crear a un Dios humilde, justo. Un dios que este en la Tierra, en los valles, los ríos, un Dios que viva en la lluvia, que viaje a través del viento y acaricia nuestra alma. Un Dios de los tristes, de los homosexuales. Un Dios mas humano.... Un Dios que no castigue, que enseñe. Un Dios que no amenace, que proteja. Que si me caigo, me levante. Que si me pierdo, me tienda su mano. Un Dios que si yerro, no me culpe. Y que si dudo, me entienda. Pues para eso me doto de inteligencia, para dudar de todo. Padre nuestro, de todos nosotros, ¿porque nos has olvidado? Padre nuestro, ciego, sordo y desocupado, ¿porque nos has abandonado?

En memoria de Benedetti...mi poesía favorita de él...

"las letras lloran: ha muerto Benedetti'', el diario oficial Granma , Cuba.

Si Dios fuera mujer

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.


Mario Benedetti